ACADEMICUS
UN PUENTE ENTRE EL MUNDO ACADÉMICO Y UNIVERSITARIO Y LA SOCIEDAD.
viernes, 19 de noviembre de 2010
LA MUERTE DEL ENEMIGO IV: ASUNTO QUE EN PAZ DESCANCE POR ALEJANDRO BORENZTEIN
ACLARACION DEL EDITOR: SI BIEN ME PARECE UN EJERCICIO DE BUENA MEMORIA PARA RECORDAR AL ENEMIGO NO ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON EL SEÑOR BORENZTEIN.
Quiero aclarar que voy a escribir con las entrañas y que lo que voy a decir
no es políticamente correcto. Es lo que siento y lo que alcanzo a razonar.
No voy a cambiar ahora mi punto de vista sobre NK.
Lo que pensaba el 26/10 lo sigo pensando hoy.
El tipo no me gustaba y por lo tanto sigue sin gustarme.
Que se haya muerto no agrega nada a la figura del sujeto.
Se murió, punto.
Como nos vamos a morir todos. .
Una muerte repentina no lo hace mejor.
No se murió Martin Luther King, ni Gandhi, ni la Madre Teresa.
Se murió un tipo que hizo de su vida política un enfrentamiento constante,
que favoreció y estimuló las antinomias, que llenó de bronca, malos modos,
desprecio, y falta de educación la sociedad argentina.
Se murió un tipo que se autodenominó como de la juventud revolucionaria y
que en 1976 se escapó al sur ante el ruido del primer petardo, y fue amigo
de los militares torturadores.
Se murió un tipo que se autoerigió como el defensor único de los derechos
humanos, ignorando todo lo hecho por otros gobiernos, y al que nunca antes
se le había conocido militancia social.
Se murió un tipo que cuando ardían los cuerpos de 200 personas en Cromagnon
se escapó a refugiarse en su guarida sureña y que no apareció por la capital
hasta tres días después.
Se murió un tipo que acrecentó su fortuna en 55 millones de dólares en dos
años y que hizo desaparecer 500 millones de dólares.
Se murió un tipo que se agarró el testículo izquierdo cuando nombraron a un
ex presidente en el congreso, dando muestras de su fascinante educación y
que después negoció con el mismo ex presidente su voto en el senado.
Se murió un tipo que, lamentablemete, mostró lo peor de la sociedad en
cuanto al respeto por el otro.
Se murió un tipo que a un porcentaje importante de la sociedad nunca
respetó.
A la que siempre hostigó. Y no hablo de los que tienen guita, ellos se
defienden solos, Me estoy refiriendo a los que simplemente no pensábamos
como él,
Se murió un tipo que nunca debatió ideas. Que su forma de ejercer la
política era tirar a la banquina al que no pensaba igual.
Se murió un tipo que no respetaba, al que no compartía su opinión.
Más cuando se trata de gente que ha influído o influye en las vidas de la
gente común como nosotros, como son los políticos.
No me puse a llorar cuando me enteré, pero la verdad es que tampoco me
entristecí.
No me conmueve ver a su esposa al lado del féretro, ni a Hebe de Bonafini
llorar.
Se murió un tipo que a mí no me gustó nunca, a pesar que en algunos o muchos
casos he estado de acuerdo con lo que hacía. Pero no cómo lo hacía.
No estoy feliz, ni triste.
Alejandro Borenztein
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