ACADEMICUS



UN PUENTE ENTRE EL MUNDO ACADÉMICO Y UNIVERSITARIO Y LA SOCIEDAD.


viernes, 20 de enero de 2012

SE REESTRENA 4D ÓPTICO DE JAVIER DAULTE EN EL TEATRO NACIONAL CERVANTES





Tras haberse presentado con un rotundo éxito en 2011 siempre a sala llena, vuelve a la Sala Orestes Caviglia del Teatro Nacional Cervantes 4D Óptico, escrita y dirigida por Javier Daulte. Esta obra fue estrenada el 9 de noviembre de 2003 en el Festival de Temporada Alta de Girona, España, en versión bilingüe (español y catalán) también bajo su dirección. Premiada y traducida también al inglés y al sueco, la obra cumplió ese año una exitosa temporada en el Teatro Lliure de Barcelona.
La interpretarán en esta nueva temporada Elisa Carricajo, Gerardo Chendo, Héctor Díaz, Gaby Ferrero, Rafael Ferro, Andrea Garrote, Laura Paredes y Julieta Vallina. El diseño de sonido es de Mauro García Barbé, la iluminación de Gonzalo Córdova, el vestuario de Mariana Polski y la escenografía de Alicia Leloutre. La asistencia de dirección está a cargo de Marcelo Mendez y la producción del TNC es de Daniela Szlak.


SINOPSIS

Un grupo de científicos desarrolla protocolos de alta tecnología en un laboratorio de punta. Pero un accidente en uno de los experimentos produce una fisura en el espacio tiempo creando un peligroso acceso a una realidad alternativa. Los riesgos no pueden ser mayores: si no se cierra a tiempo la fisura que conecta ambas realidades, el universo colapsará con la consecuente desaparición del mundo material. 4D Óptico es una comedia de ciencia ficción, en la que los ocho actores deben dar vida a las criaturas que habitan ambas realidades.




En ocasión del estreno en el Teatro Lliure Javier Daulte escribió:


De alguna manera, todos habitamos dos mundos, todos somos dos: aquel que somos en nuestros sueños, nocturnos o diurnos, y el de la vigilia. Aquel niño que nunca dejamos de ser (para bien o para mal), y el adulto que se niega a seguir creciendo. Aquel que creemos ser y el que somos para la mirada de los demás.

¿Pero qué queda en nuestro cotidiano de esa otra realidad que también habitamos? ¿No seremos en definitiva más que una síntesis de lo que soñamos y lo que la realidad nos ha deparado? ¿Dónde quedó aquel otro yo que no pudo ser?



4D Óptico se presentará en la Sala Caviglia del Cervantes desde el jueves 2 de febrero, de jueves a sábados a las 20.30 horas y los domingos a las 20.00 horas, con localidades a 50 pesos, jueves 40 pesos.

miércoles, 18 de enero de 2012

MINEROS de Lee Hall dirigida y adaptada por Javier Daulte. CRITICA TEATRAL




FICHA TECNICA
MINEROS (título original: The Pitmen Painters), del autor inglés Lee Hall
HUGO ARANA, DARIO GRANDINETTI, JUAN LEYRADO y JORGE MARRALE y el elenco se completa con Patricia Echegoyen, Juan Grandinetti y Milagros Almeida.
Director y adaptador: JAVIER DAULTE. Produción: PABLO KOMPEL.
Estreno 19 de enero de 2012 en el Teatro Metropolitan I, Av. Corrientes 1343;


El teatro como disparador de nuestros sentidos.

Puede ser un galpón o un depósito. En ese ámbito: George –Hugo Arana-, Oliver –Darío Grandinetti, Harry – Juan Leyrado- y el joven –Juan Grandinetti. A decir verdad los que trabajan en la mina son los dos primeros. Harry se siente minero, pero su ocupación es la de mecánico dental y agitador ateo-socialista y el Joven es un desocupado que quiere ingresar a la cofradía. Todos esperan sentados ceremoniosamente en viejos pupitres al profesor de turno. El sindicato quiere elevar el nivel cultural de los obreros y organiza cursos de lo más eclécticos que van de la Biología al Psicoanálisis. La organización está a cargo de George, un burócrata sindical, sencillo y sincero, arruinado por el trabajo duro, que a la hora de responder tiene la sabiduría del hombre pragmático. El no sabe para que sirve emocionarse. Irrumpe en escena el profesor Lyon –Jorge Marrale- que tendrá la ardua tarea de responder a George y a sus compañeros muchos de sus cuestionamientos. Lyon es un profesor estructurado trae sus clases preparadas, su proyector y diapositivas -seguramente las mismas que ha repetido durante años en colegios concurridos por alumnos de clase media-alta-. Sin ningún tipo de preámbulos explica el Renacimiento, los detalles de la Capilla Sixtina frente a la mirada impávida no exenta de desilusión de sus flamantes alumnos que nunca fueron a un museo, a una galería de arte, a una biblioteca, por eso la clase erudita de Lyon no les interesa. Ellos quieren descubrir el secreto que hay detrás de una obra de arte.
El profesor les responde que hay que sentir una pintura. El arte nos interroga. ¿Qué siente por el color verde? ¿Es lo mismo el verdor de los campos al color de los ojos de su madre? El profesor advierte que a los mineros no les interesa la teoría buscan expresarse a través de la pintura sin embargo les habla de la belleza de ese encuentro entre el artista y el público. “No tiene nada de bello vivir aquí”. El arte como una expresión de Dios. “Dios está en el cielo y nosotros bajo tierra”. Y es tal vez está frase la mejor metáfora de la profundidad espiritual de estos hombres que trabajan en la oscuridad durante horas alejados del mundo y creando un universo propio donde germina, en algunos, esa sabiduría que pondrá límites al lider intelectual que busca en los libros lo que no puede encontrar en la vida o se burlará de los ataques de la vanidad.
El profesor los guiará por el camino de la pintura y allí descubrirá en cada uno al artista, aquél que demuestra “talento, pasión y compromiso”. Lyon intenta que avancen en su carrera pictórica y les presenta a Susan, una modelo que posa para pintores -Milagros Almeira- tienen que acercarse al cuerpo humano. La presencia femenina producirá un conflicto en ese mundo de hombres para quienes la joven es considerada una prostituta, le impiden que se desnude en una actitud pacata y victoriana. Igual ella rompe las convenciones y se desnuda en tono de comedia
Casi simultáneamente aparece otra mujer, la distinguida Helen –Patricia Echegoyen- que desde otra perspectiva romperá la armonía del grupo. Helen es coleccionista viene a comprar. Aquí se plantea el tema de la propiedad de la obra de arte.
Una de las tantas virtudes que logra Daulte es mostrar las debilidades del hombre: sus celos, envidias y egoismos. Nadie es bueno ni altruista en un cien por cien, pero sabe rescatar las virtudes como la amistad leal y viril que conserva el espíritu de esa comunidad. No santifica ni a la pobreza ni a la ignorancia exalta la aristocracia del espíritu que va más allá de las clases sociales y de los estudios universitarios que se posean. Resalta la lucidez de Helen cuando le dice a Lyon “pertenecemos a una clase que ha perdido el brillo para siempre”.
Daulte logra armonizar todas las aristas del fenómeno teatral. La música de Mozart y Bach; la escenografía excelente; el manejo de la luz sobre todo en momentos claves cuando los mineros emergen de un submundo gris y claroscuro a la blanca e iluminada mansión londinense de Helen Y la visita al museo tiene un plus sorprendente
Sin lugar a dudas Javier Daulte está en su mejor momento con tres obras en la calle Corrientes y como en el arte no hay secretos. Ha sabido elegir un elenco de siete grandes actores que logran hacernos sonreir -a tono con una comedia dramática inglesa- nos contagian su asombro ante el descubrimiento del fenómeno artístico y porque no también nos hacen llorar, pero lo más importante nos permiten descubrir a ese minero dormido que se despierta al ritmo del texto dramático, las actuaciones donde el teatro se convierte en un disparador de nuestros sentidos y nos hace soñar con ese rugido “a la noche se hace arte”.

Copyright © 2012 ALEJANDRO ALBERTO DOMÍNGUEZ BENAVIDES
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martes, 17 de enero de 2012

ESTRENOS: 19/1/2012: MINEROS de Lee Hall dirigida y adaptada por Javier Daulte.






Dirigida por Javier Daulte
Llega “Mineros”, una obra sobre la posibilidad de acceso al arte
La pieza "Mineros", versión y dirección a cargo de Javier Daulte, llega a la cartelera porteña protagonizada por los actores Hugo Arana, Darío Grandinetti, Juan Leyrado y Jorge Marrale, el mismo elenco que ya impactó al público en “Baraka”, obra que trajinó los escenarios durante más de tres años.
Lejos de aquellos hombres que en “Baraka” se enredaban en sus lazos de amistad, Marrale, Arana, Leyrado y Grandinetti, vuelven a reunirse para darle carnadura a un grupo de trabajadores atravesados por el arte, un recurso poderoso para el cambio y una herramienta para pintar su aldea.

"Trabajamos juntos desde hace 11 años, es el cuarto espectáculo compartido y, como todos conforman un viaje actoral diferente, es imposible no transformarse mientras lo realizamos”, explica Jorge Marrale en charla con Télam.

Su compañero de aventuras teatrales Hugo Arana agrega que "hicimos `Baraka` -también a cargo de Daulte- hasta octubre de 2011 y ya en noviembre comenzamos a ensayar `Mineros`, de lunes a sábados por cuatro o cinco horas diarias".

"Mineros" es un texto de Lee Hall, guionista del film "Billy Elliot" (2000) y se apoya en un hecho real sobre la historia de un grupo de mineros ingleses que en la tercera década del siglo XX, tomó un curso de arte y luego sorprendió al mundo con sus creaciones.

"Si bien la obra transcurre en los años 30, lo que subyace son cuestionamientos muy vigentes como ¿qué es el arte?, ¿quién tiene la propiedad, el patrimonio del arte? y ¿qué pasa con el poder cuándo es utilizado para adueñarse de aquello que es propiedad de cualquiera?”, puntualiza Marrale.

El texto de Hall en la versión del premiado director Daulte insiste en que no hay dueños en esta cuestión, el arte es de todos y todos estamos en condiciones de producirlo", destaca Marrale, quien se pone en la piel del profesor de arte encargado de acercar esa realidad a los hombres de la mina.

"El fenómeno queda explícito en la pieza, no conforma una teoría, sino que constituye una realidad tan concreta que aún hoy en Ashington -ciudad situada en el norte de Gran Bretaña- resulta posible visitar un museo donde está expuesta la obra de estos hombres, trabajos de calidad que hasta incluyen esculturas", añade Arana.

Según Marrale el conflicto que plantea la pieza “continúa como una suerte de espejo que está aumentado en el tiempo, porque la acumulación de riquezas crece en proporción exponencial y cada vez menos gente concentra el capital, con lo cual -reflexiona- el acceso al arte para muchos seres humanos, está en duda".

Ambos actores, quienes deslumbraron en TV (Arana premiadísimo por su labor en el unitario de El Trece “Para vestir santos” y Marrale como un villano memorable en “Vidas robadas” que se vio por Telefé), coinciden en que la trama enfatiza los cambios de los personajes al ser sorprendidos por el encuentro entre dos universos distintos, el artístico y aquel que es propio de la mina.

"Los mineros durante el proceso creativo descubren cualidades ignoradas en ellos mismos y se les facilita el acceso a un mundo inquietante que los lleva a preguntarse` ¿ahora qué hago con mi vida, si me la pasé dedicado a otra cosa?`, lo cual ubica los temas en un lugar aleccionador al mostrar que, en verdad, el arte está al alcance de cualquiera", se entusiasma Marrale.

El argumento de la pieza estrenada en Broadway en 2010, destaca que “en el mundo de la creación sucede lo mismo que en el del pensamiento. El capital, el poder, se adueña de esos ámbitos desde la infancia y algunos logran acceder a un lenguaje cada vez más rico en vocablos para poder pensar cada vez con mayor riqueza”, aporta Arana.

La obra que el jueves comenzará con su temporada formal, hace que dos de sus protagonistas coincidan en que la enseñanza está conceptualizada como un espacio de apertura, porque el texto enfatiza que lo mágico y lo sagrado están dentro de cada uno.

Por ello, ambos festejan acordar el enfoque que tiene la pieza y subrayan que justo en esa vinculación personal reside la diferencia entre el arte y la ciencia.

“Newton, para formular su teoría, necesitó ver caer la manzana”, destaca Marrale, mientras Arana, en divertida sincronía apuntala: “En el arte, tenés que ver caer la manzana adentro tuyo”.

El actor que protagoniza la serie retro-musical “Los Sónicos” a la que le quedan un par de entregas los domingos por la noche en Canal 9, asegura que “el ciclo llegó a su fin”, por lo que concentra su energía en su personaje de minero delegado del gremio, encargado de hacer cumplir los reglamentos y velar por el orden en un ámbito laboral signado por la oscuridad y el riesgo.

“Historias de diván”, el libro del psicólogo Gabriel Rolón, dirigido por Juan José Jusid para la productora de Yair Dori y aún sin fecha ni emisora, es el texto que explora Marrale para encarnar a un psicoanalista que intentará lidiar con los dramas de sus pacientes (entre los que estarán Darío Grandinetti, Laura Azcurra y Fabián Vena), un rol que le permitirá acercarse al doctor Segura, aquel memorable terapeuta grupal del envío “Vulnerables”.

“Mineros”, con producción de Pablo Kompel y un elenco que completan Patricia Etchegoyen, Juan Grandinetti y Milagros Almeida, se podrá ver miércoles, jueves y domingos a las 21, viernes a las 21.30 y sábados a las 20.15 y 22.45 en el teatro Metropolitan (Corrientes 1343, Capital).
TELAM S.E.-AGENCIA DE NOTICIAS DE LA REPÚBLICA ARGENTINA - 1945 - 2012

ESTRENOS: El 10 de febrero a las 21 en la Sala El Extranjero. Señorita Julia De August Strindberg, con dirección de Marcelo Velázquez




El viernes 10 de febrero a las 21. se estrena “Señorita Julia”, de August Strindberg, interpretada por Gustavo Pardi (La Importancia de Llamarse Ernesto, Los Invertidos y Macbeth - Nominación ACE 2011 “Revelación Masculina”), Josefina Vitón y Paula Colombo, con dirección general de Marcelo Velázquez (Acreedores - Nominación al ACE “Revelación Masculina en Dirección” y “Mejor Espectáculo de Teatro Alternativo”-). En la Sala El Extranjero, Valentín Gómez 3378; Tels.- Informes: 4862-7400 Entrada $60.-. Funciones: Hasta el 23 de marzo inclusive, todos los viernes a las 21hs.; a partir del 1 de abril, todos los domingos a las 19 hs. // + Info www.srtajulia-strindberg.blogspot.com

viernes, 13 de enero de 2012

LIBROS: ANAGRAMA PUBLICA EL NUEVO LIBRO DE PAUL AUSTER ANTES EN E-BOOK QUE EN PAPEL por CORINA ARRANZ , ABC DE MADRID, 13/ 1/ 2012




La editorial Anagrama publicará 'Diario de invierno', el nuevo libro del escritor norteamericano Paul Auster primero en edición digital el 19 de enero y posteriormente en papel el 1 de febrero.




Además de ser lanzada con 13 días de anterioridad, los que compren la versión digital tendrán un precio promocional de 10,99 euros, que durará hasta el día en que se publique en papel, que costará 14,99 euros.
Anagrama publica el nuevo libro de Paul Auster antes en e-book que en papel
ABC
Cubierta de la novela de Paul Auster

Para esta novela, Auster vuelve la mirada sobre sí mismo y parte de la llegada de las primeras señales de vejez, para rememorar episodios de su vida y crear un autoretrato. Un accidente mientras jugaba a béisbol, el descubrimiento del sexo, el recuerdo de sus padres, un accidente en coche en el que su mujer resultó herida, su estancia en París, sus ataques de pánico y alguno de los viajes que ha realizado son algunas de las historias que el escritor ha escogido para elaborar esta novela.

Junto con 'Diario de invierno', la editorial lanzará a partir del 1 de febrero, coincidiendo con su publicación en papel, 'La trilogía de Nueva York' y 'La invención de la Soledad', en la colección 'Otra vuelta de tuerca'.


Copyright © DIARIO ABC, S.L.

UN NUEVO L IBRO DE FERNANDO TOLLER EL FORMALISMO EN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN



Editorial:Marcial Pons ArgentinaAño de edición:
2011ISBN: 978-987-1775-05-7 Páginas: 128.

jueves, 12 de enero de 2012

EN EL CUARTO DE AL LADO -CRITICA TEATRAL-


GLORIA CARRA Y LUCIANO CÁCERES

Ficha técnica Autoría: Sarah Ruhl Adaptación: Helena Tritek Actúan: Victoria Almeida, Gipsy Bonafina, Luciano Cáceres, Gloria Carrá, Esteban Meloni Diseño de vestuario: Eugenio Zanetti Diseño de escenografía: Eugenio Zanetti Fotografía: Machado Cicala Morassut Asistencia de dirección: Martín Henderson
Prensa: Debora Lachter Dirección de Producción: BoxDrama
Dirección: Helena Tritek TEATRO APOLO (EX LORANGE)
Corrientes 1372 Capital Federal - Buenos Aires - Argentina
Teléfonos: 4371-9454 Web: http://www.teatroapolo.com.ar/
Entrada - Domingo, Miércoles, Jueves y Viernes - 21:00 hs
Entrada - Sábado - 22:45 hs

UNA COMEDIA MALOGRADA

Se abre el telón y quedamos admirados por la exquisita escenografía de Eugenio Zanetti que nos ubica a fines del siglo XIX. El espacio escénico está dividido por una puerta: de un lado la sala, del otro el consultorio del Dr. Givings –Luciano Cáceres-. En la sala decorada con un mobiliario cuidadoso y detallista transcurre la vida hogareña de Catalina –Gloria Carra- y de su pequeña hija, el piano, la música, el vestuario excelente logra crear un clima que se desvanece con las primeras escenas.
El Dr. Givings deslumbrado por el descubrimiento de la luz eléctrica inventa un insólito aparato para curar la histeria, su asistente Ana –Gipsy Bonafina- es la encargada de manejarlo como si fuese una vieja máquina de coser a pedal.
Llega la primera paciente Sabrina Daldry – Victoria Almeira- con un supuesto ataque de histeria acompañada por su marido el Señor Daldry -Leon Bara- . El médico escucha atentamente los comentarios que hace el matrimonio acerca de los síntomas de la señora e inmediatamente la hace acostar en posición ginecológica y le aplica su invento. Los gritos de la mujer despiertan la curiosidad de Catalina acerca del misterioso invento de su marido que corre hasta la puerta del consultorio para escuchar más.
Seguramente ha corrido media hora y la comedia ha concluido. A partir de allí se sucederán escenas reiterativas hasta el cansancio. Pero cuidado: la histeria no es patrimonio de las mujeres. Aparece en escena un hombre, un artista –Esteban Meloni- con el nombre de Leonardo, una originalidad, que es sometido al mismo tratamiento que a las féminas no abundaré en detalles…
El texto dramático de Sarah Ruhl adaptado por la directora Helena Tritek es endeble, poco imaginativo, sin agudezas, trivial y mostrenco. Tritek no logró demostrar su tesis: “revelar los secretos del mundo íntimo de la mujer en tono de comedia.” Tampoco ha sido eficaz en la dirección de actores la mayoría sobreactúa hacen de personajes victorianos, por momentos parecen marionetas, con la excepción de Gloria Carra que encarna su personaje con convicción, se desplaza en el escenario llevando la ropa de la época con la naturalidad de una gran actriz.
El vacío textual de Ruhl, la falta de ritmo, las tediosas repeticiones innecesarias y monótonas se quiebra, a duras penas, en algunos tramos con la música. Gipsy Bonafina se luce en el piano y en el canto –es de destacar un dúo con Victoria Almeida muy bien logrado- casi al final de la obra para acompañar con la misma música pero en off los desnudos y los arrumacos de los Givings colman los infinitos lugares comunes de la pieza. Este recurso que hubiera podido sorprender en otros tiempos confirma nuestro desencanto ante una comedia malograda.





lunes, 2 de enero de 2012

CRÍTICA: PENSAMIENTO LA GRAN PIÑATA POR JAVIER GOMÁ LANZÓN para el país de Madrid 30/12/2011




En Navidad parece obligado asistir a alguna entrañable función de villancicos infantiles y escuchar a esos angelitos cariacontecidos que, con ademán de autómatas alienados, cantan que a san José le han robado los calzones. Con todo, hay otra escena que juzgo aún más desconcertante. Me refiero a la costumbre de amenizar los cumpleaños de nuestros hijos con una piñata. La rompe de un bastonazo el pequeño protagonista de la fiesta, los dulces se derraman y los chavales se arrastran tristemente por el suelo: a la vista de los regocijados padres, culebrean con avidez, luchan a codazo limpio por acumular, empujan y tiran de alguna posesión discutida y al final se retiran a un rincón para el recuento del botín. Una exacta metáfora de la avaricia competitiva del mercado, al cual no tardarán en incorporarse esos rapiñadores de golosinas. A la vista de las recientes reformas educativas, tardarán cada vez menos.

Ortega y Gasset dijo que las universidades deben cumplir tres misiones: enseñar una profesión, preparar investigadores y formar hombres cultos. Los bienes involucrados en cada una de ellas son distintos: se aprende una profesión por razones prácticas y en función de su utilidad social; la investigación académica persigue el conocimiento teórico; ser culto es un imperativo emparentado con la propia dignidad de ciudadano. Un buen sistema universitario debería saber conjugar los tres bienes de forma armónica y equilibrada.

Una minoría de estudiantes, tras obtener un título, permanece en la universidad desempeñando funciones académicas de docencia y de investigación. La inmensa mayoría busca colocación en el mercado laboral (empresas o Administraciones públicas). Y todos, idealmente, habrían de ser personas cultivadas. En este punto la Universidad continúa la labor de las escuelas. Sería deseable que éstas cumplieran al menos dos nobles cometidos: inculcar al niño hábitos cívicos de convivencia (el aula como laboratorio de la ciudad) y trasmitirle amor.

Sí, amor: amor por las disciplinas mucho más que conocimiento positivo de ella. Durante los años escolares no hay tiempo para que el pupilo asimile siquiera los rudimentos de literatura, lengua, matemáticas o física, pero si "ha aprendido a aprender" enamorándose de estas asignaturas, dispondrá del resto de su vida, y en particular los años universitarios, para profundizar autonómamente en ellas. Y así, la intimidad desinteresada con estos saberes acabará decantando en esa conciencia una visión del mundo bien articulada a partir de la cual estimar los muchos logros de la sociedad en la que vive y también criticar, cuando procede, sus desviaciones y excesos.

Las actuales reformas "a la boloñesa" de la Universidad española postergan temerariamente la misión de formar hombres cultos en beneficio exclusivo de la preparación de profesionales. Oímos que la Universidad ha estado demasiado alejada del mundo laboral y que lo prioritario ahora es crear puentes con la empresa. Por eso los nuevos planes prevén pocos años de estudio para obtener un título universitario, conocimientos técnicos especializados y aplicados, y muchas prácticas desde el primer curso. Mutilada la Universidad de su misión educativa, el resultado previsible será la producción industrial de una masa abstracta de individuos preordenados para competir y producir, tan hipercompetentes como incultos, autómatas como los niños cantores de villancicos, ávidos consumidores de escasa civilidad como los del cumpleaños. Empezarán a trabajar antes que nunca y se jubilarán más tarde que nunca, lo que, privados de conciencia crítica, romos en su visión del mundo, asegura más de medio siglo de dócil mansedumbre a las leyes del mercado, diciéndose a sí mismos lo que el cínico personaje de Galsworthy en su novela La saga de los Forsyte: "¿De qué le sirve al hombre salvar su alma si pierde sus propiedades?".

Lo más chusco del asunto es que precisamente lo inútil, lo desinteresado, la curiosidad errática y sin objetivo fijo, las horas infinitas aplicadas al cuidado de sí sin mira de rentabilidad, la mocedad extraviada y enamorada, todos esos ingredientes del otium activo contrapuesto al neg-otium tendrán a la postre un efecto positivo en el universitario que busca trabajo porque servirán para distinguirlo, entre aquella masa indistinta, con un perfil individualizado más atractivo para las empresas. De manera que los jóvenes deberían integrarse no antes sino después en la economía productiva, lo más tarde que puedan permitirse, emulando a esos jóvenes ingleses del siglo XVIII que hacían el grand tour durante años por Europa para acumular experiencias y refinar su buen gusto antes de ocupar una posición en el mundo. Claro que el mozo vuelve hecho un espíritu libre y eso comporta riesgos. Lewis Rayce, protagonistas de uno de los relatos de Vieja Nueva York, de Edith Wharton, lo sufrió en sus propias carnes. Cuando mostró la colección de cuadros que había reunido tras errar dos años por Europa, su padre, un autoritario hombre de negocios, lo desheredó. En lugar de comprar un Giulio Romano o un Salvadore Rosa, a la moda en 1840, había reunido pinturas de unos desconocidos Mantegna, Giotto y Piero della Francesca. Su exquisito gusto estético fue una desgracia para él, que murió deprimido, pero, años más tarde, su familia, venida a menos, se hizo inesperadamente rica con su incomparable colección de primitivos italianos.

Hoy que viajamos a lugares remotos del planeta en vuelos low cost y la tecnología nos pone en contacto con todas las tendencias culturales, ese grand tour debería ser un viaje más interior que exterior hacia las profundidades de la propia intimidad destinado a apropiarse del propio yo y hacer de él una materia menos controlable, menos dócil, más resistente a la voz autoritaria. Nada en contra del mercado, ¡faltaría más!, cuando sabe servir al ciudadano: también a mí me gustan las golosinas. Pero como tiende a reducir al hombre a servidumbre (léase consumidor acrítico), conviene estar en guardia.

Protesto contra una universidad que parece haber sustituido aquel antiguo lema de la academia platónica "nadie entre aquí que no sepa geometría" por este otro: "Prepárate para la gran piñata".


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