ACADEMICUS



UN PUENTE ENTRE EL MUNDO ACADÉMICO Y UNIVERSITARIO Y LA SOCIEDAD.


miércoles, 18 de enero de 2012

MINEROS de Lee Hall dirigida y adaptada por Javier Daulte. CRITICA TEATRAL




FICHA TECNICA
MINEROS (título original: The Pitmen Painters), del autor inglés Lee Hall
HUGO ARANA, DARIO GRANDINETTI, JUAN LEYRADO y JORGE MARRALE y el elenco se completa con Patricia Echegoyen, Juan Grandinetti y Milagros Almeida.
Director y adaptador: JAVIER DAULTE. Produción: PABLO KOMPEL.
Estreno 19 de enero de 2012 en el Teatro Metropolitan I, Av. Corrientes 1343;


El teatro como disparador de nuestros sentidos.

Puede ser un galpón o un depósito. En ese ámbito: George –Hugo Arana-, Oliver –Darío Grandinetti, Harry – Juan Leyrado- y el joven –Juan Grandinetti. A decir verdad los que trabajan en la mina son los dos primeros. Harry se siente minero, pero su ocupación es la de mecánico dental y agitador ateo-socialista y el Joven es un desocupado que quiere ingresar a la cofradía. Todos esperan sentados ceremoniosamente en viejos pupitres al profesor de turno. El sindicato quiere elevar el nivel cultural de los obreros y organiza cursos de lo más eclécticos que van de la Biología al Psicoanálisis. La organización está a cargo de George, un burócrata sindical, sencillo y sincero, arruinado por el trabajo duro, que a la hora de responder tiene la sabiduría del hombre pragmático. El no sabe para que sirve emocionarse. Irrumpe en escena el profesor Lyon –Jorge Marrale- que tendrá la ardua tarea de responder a George y a sus compañeros muchos de sus cuestionamientos. Lyon es un profesor estructurado trae sus clases preparadas, su proyector y diapositivas -seguramente las mismas que ha repetido durante años en colegios concurridos por alumnos de clase media-alta-. Sin ningún tipo de preámbulos explica el Renacimiento, los detalles de la Capilla Sixtina frente a la mirada impávida no exenta de desilusión de sus flamantes alumnos que nunca fueron a un museo, a una galería de arte, a una biblioteca, por eso la clase erudita de Lyon no les interesa. Ellos quieren descubrir el secreto que hay detrás de una obra de arte.
El profesor les responde que hay que sentir una pintura. El arte nos interroga. ¿Qué siente por el color verde? ¿Es lo mismo el verdor de los campos al color de los ojos de su madre? El profesor advierte que a los mineros no les interesa la teoría buscan expresarse a través de la pintura sin embargo les habla de la belleza de ese encuentro entre el artista y el público. “No tiene nada de bello vivir aquí”. El arte como una expresión de Dios. “Dios está en el cielo y nosotros bajo tierra”. Y es tal vez está frase la mejor metáfora de la profundidad espiritual de estos hombres que trabajan en la oscuridad durante horas alejados del mundo y creando un universo propio donde germina, en algunos, esa sabiduría que pondrá límites al lider intelectual que busca en los libros lo que no puede encontrar en la vida o se burlará de los ataques de la vanidad.
El profesor los guiará por el camino de la pintura y allí descubrirá en cada uno al artista, aquél que demuestra “talento, pasión y compromiso”. Lyon intenta que avancen en su carrera pictórica y les presenta a Susan, una modelo que posa para pintores -Milagros Almeira- tienen que acercarse al cuerpo humano. La presencia femenina producirá un conflicto en ese mundo de hombres para quienes la joven es considerada una prostituta, le impiden que se desnude en una actitud pacata y victoriana. Igual ella rompe las convenciones y se desnuda en tono de comedia
Casi simultáneamente aparece otra mujer, la distinguida Helen –Patricia Echegoyen- que desde otra perspectiva romperá la armonía del grupo. Helen es coleccionista viene a comprar. Aquí se plantea el tema de la propiedad de la obra de arte.
Una de las tantas virtudes que logra Daulte es mostrar las debilidades del hombre: sus celos, envidias y egoismos. Nadie es bueno ni altruista en un cien por cien, pero sabe rescatar las virtudes como la amistad leal y viril que conserva el espíritu de esa comunidad. No santifica ni a la pobreza ni a la ignorancia exalta la aristocracia del espíritu que va más allá de las clases sociales y de los estudios universitarios que se posean. Resalta la lucidez de Helen cuando le dice a Lyon “pertenecemos a una clase que ha perdido el brillo para siempre”.
Daulte logra armonizar todas las aristas del fenómeno teatral. La música de Mozart y Bach; la escenografía excelente; el manejo de la luz sobre todo en momentos claves cuando los mineros emergen de un submundo gris y claroscuro a la blanca e iluminada mansión londinense de Helen Y la visita al museo tiene un plus sorprendente
Sin lugar a dudas Javier Daulte está en su mejor momento con tres obras en la calle Corrientes y como en el arte no hay secretos. Ha sabido elegir un elenco de siete grandes actores que logran hacernos sonreir -a tono con una comedia dramática inglesa- nos contagian su asombro ante el descubrimiento del fenómeno artístico y porque no también nos hacen llorar, pero lo más importante nos permiten descubrir a ese minero dormido que se despierta al ritmo del texto dramático, las actuaciones donde el teatro se convierte en un disparador de nuestros sentidos y nos hace soñar con ese rugido “a la noche se hace arte”.

Copyright © 2012 ALEJANDRO ALBERTO DOMÍNGUEZ BENAVIDES
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1 comentario:

roxboyer dijo...

Hola, he visto el día martes el estreno de esta obra y me ha parecido maravillosa, y estoy de acuerdo con tu crítica.
Creo que esta obra llevará al público a indagar en su interior cual es la vida que eligió vivir. Todos tenemos en nuestro interior un minero que por momentos vive en la oscuridad y le cuesta descubrir dónde está la luz. Y es verdad como dice el texto, todos tenemos el Don. El tema es bucear y descubrirlo. Y como artista obvio a que apuesto al momento maravilloso del Encuentro entre la obra expresada y el público.
Aplaudo a estos actores maravillosos que son ya una marca registrada y a Dolte (y a Negrin con su escenografía)por la puesta que es maravillosa. Una obra super-recomendable. Un abrazo.