ACADEMICUS



UN PUENTE ENTRE EL MUNDO ACADÉMICO Y UNIVERSITARIO Y LA SOCIEDAD.


domingo, 10 de junio de 2012

WALTER SANTA ANA (1932-2012)

____________________________________________________________________________________________________________________________ “Los actores no estamos preparados para el olvido, sino para el recuerdo. (…) Me interesa la memoria, no como memoria pura, sino como ese interés que uno tuvo al recordar. La memoria es interés, no es recuerdo así nomás. En un instante determinado, uno tuvo interés en recordar o fijar algo, y no lo que estaba al lado.” (Walter Santa Ana) _____________________________________________________________________________________________________________________________ POR ALEJANDRO A. DOMÍNGUEZ BENAVIDES ____________________________________________________________________________________________________________________________ Walter Santa Ana fue un hombre de la cultura que tuvo como medio de expresarla a través del teatro. Fanático confeso del jazz de Louis Armstrong y del tango interpretado por Carlos Gardel. Amante de la literatura, fino lector de la obra de Jorge Luis Borges que llevó al escenario en un recital compuesto con distintas pieza literarias (Luna de enfrente; Cuaderno San Martin; El aleph; Otras inquisiciones; El hacedor; El otro, el mismo; El oro de los tigres) agrupados temáticamente (el amor, la felicidad, Buenos Aires, la insuficiencia del arte...) y enlazados por dichos del mismo autor, extraídos, en buena medida, de reportajes y conferencias. Se sucedían, así, expresiones de carácter coloquial y formas elaboradas, recreadas por una voz solitaria que exploraba la frontera difusa entre el Borges público y el íntimo (tempranamente aludida en Borges y yo). Limites, con su serena aceptación de la propia temporalidad, cierra el ciclo iniciado por el inventario no menos apacible de Elegía. Un fragmento de El Aleph, a manera de coda, marca el final. “Los versos verdaderamente admirables piden –dijo Borges- ser leídos en voz alta. La poesía nos recuerda que fue un arte oral antes de ser un arte escrito. La poesía nos recuerda que, alguna vez, fue un canto.” Santa Ana nació hace casi ochenta años un 25 de diciembre de 1932, en el porteño barrio de Almagro. Jugador de fútbol en la Quinta de Independiente y en la Cuarta del club de su barrio. Al comienzo de la década de 1950, ingresó al Conservatorio Nacional fue alumno del inolvidable maestro de actores don Antonio Cunill Cabanellas.y debutó en el Teatro de los Independientes, dirigido por Onofre Lovero, para quien la “gente de teatro vocacional” debía cumplir un papel social “debían disciplinarse para disciplinar al público con su mensaje” (El Hogar 18/2/1955). En 1956 se recibió en la Escuela Nacional de Arte Dramático y buscando apoyo del Fondo Nacional de las Artes hace posible un encuentro con Luisa Vehil que integraba el jurado. La actriz lo incorporó a su compañía y allí debutó en La idiota, de Marcel Achard dirigido por Marcelo Lavalle en 1962 y 1963. Un año más tarde se incorporó al elenco estable del Teatro Municipal General San Martín y representó Ollantay de Ricardo Rojas dirigida por Rubén Vela. Durante la década del `60 entabló una profunda amistad con Juan Carlos Gené (1930-2012), una de las grandes figuras de la escena argentina que lo dirigió en el “El Avaro” de Moliere, Ardiente paciencia" de Skármeta. “Krapp la última cinta magnética" de Becket su último trabajo junto a Juan Carlos Gené en 2010 en la sala Cunill Cabanellas. Se unieron tres nombres importantes en su vida Cunill, Becket y Gené y lograron una versión antológica e inolvidable. Participó,además, de numerosas obras, entre las que sobresalen "Edipo Rey, "Galileo Galilei", "Rey Lear", "Danza macabra", "La visita de la anciana dama", "Lope de Aguirre, traidor", "Mil años, un día", "Medida por medida", "La vida es sueño". Santa Ana hallaba en el teatro su filosofía de vida, su todo. “Actuar es paliar el dolor de la existencia humana”, expresó cuando recibió el Premio Podestá en 1995. Sus restos son velados hasta las 22 en el Teatro Nacional Cervantes, Libertad 815.

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