ACADEMICUS



UN PUENTE ENTRE EL MUNDO ACADÉMICO Y UNIVERSITARIO Y LA SOCIEDAD.


viernes, 4 de marzo de 2011

CARTA ENVIADA POR EL NUEVO RECTOR DEL COLEGIO DEL SALVADOR


Lic. Ricardo Moscato
Rector del Colegio del Salvador de Buenos Aires

Querida Comunidad educativa:

El agua de la fuente del patio del Sagrado Corazón es quizá uno de nuestros símbolos mas queridos. Símbolo de la vida, de la frescura de lo nuevo que renace y se comunica. Testigo de tantas generaciones, este año lo será de los que ingresan y de los que permanecen, desde los más chiquitos de Salita de dos, la camada 158 y futuros egresados del 2026, hasta los más grandes de Quinto año, la 143.

La identidad, como el agua de la fuente, se renueva con la pertenencia y la pertinencia. La identidad ignaciana nos da la solidez de nuestra forma vital. Se es porque se pertenece: a la Iglesia, a la Compañía de Jesús, a nuestra ciudad y al país. Y educamos desde la pertinencia de nuestro proyecto educativo, que busca tejer pacientemente, en tiempos de desbordes y desamarres, las filiaciones posibles con Dios y con el prójimo, con el saber y los valores.

El P. General, Adolfo Nicolás, en su reciente visita nos hablaba de fronteras, horizontes y caminos. Y nos recordaba que hoy en educación estamos desafiados especialmente por “la frontera de la profundidad y de la universalidad". Los invitamos como familias y miembros de la comunidad educativa a cruzarlas hacia el Horizonte del Evangelio por el camino de la educación y de la espiritualidad ignaciana. Para sentir y gustar la presencia y la acción de Dios en todas las personas y circunstancias y así encontrar en nuestro Colegio educación, sentido y trascendencia.

Por eso el lema de este año: "Educar en el camino ignaciano de la profundidad desde la conversión del corazón"
Profundidad de la calidad educativa que lo es también de equidad. Todos sabemos que una buena educación de base es la puerta de entrada a la educación a lo largo de toda la vida. No contar con ella excluye del futuro siendo casi la única vía de salida de la exclusión social, económica y cultural. Por otra parte es la mejor forma para hacer “de habitantes ciudadanos” que participen activamente en la vida pública y colaboren en la construcción de un país próspero, justo y solidario Profundidad de los estudios para abrir el mundo a las nuevas generaciones y hacer gustar el tesoro de la herencia cultural, de los lenguajes clásicos y nuevos, incluyendo las nuevas tecnologías, motivando la creatividad en tiempos de cambios acelerados. Profundidad ante una escolaridad de baja intensidad, que afecta la educación de nuestro país donde los chicos están en las aulas pero frecuentemente no estudian ni aprenden. Profundidad, que ante los desiertos de la superficialidad y la desorientación “es la mejor traducción actualizada del Magis”. Y ante todo profundidad interior y conversión del corazón para responder al llamado de la vida nueva del Encuentro con el Señor

Deseamos que nuestra institución crezca en calidad educativa desde su calidad evangelizadora e ignaciana. Que no seamos de “baja intensidad”. Fortalezcamos el compromiso, la creatividad para innovar y la fidelidad para actualizar la identidad. Y en tiempos alterados es nuestro deber decir claramente: “Cuidado, aquí hay chicos y jóvenes educándose”. Les pedimos amor, respeto y responsabilidad. Dejemos afuera los malos ejemplos, las malas palabras, los gestos amargos y enojados, la agresión verbal o física. Que la alegría y el buen espíritu sea nuestro signo exterior.

Es urgente fortalecer entre todos la vocación por aprender y enseñar, por pensar, e investigar, por formarse para ayudar a resolver problemas complejos especialmente para los más pobres y excluidos, para ser mejores cristianos y argentinos

Queremos que los grandes ideales no reemplacen el taller de la fidelidad cotidiana. A su vez, que estos ideales nos animen en una intervención potente y efectiva de formación basada no solo en lo que los alumnos tienen interés de aprender sino en lo que tienen derecho a aprender. Y como nos enseña San Ignacio: "no asustarse de las grandes empresas y sin embargo tener en cuenta las pequeñas cosas, eso es de Dios" profundizando una educación que integre los ojos de la inteligencia con los ojos del corazón.

Algunas prioridades para compartir este año

• Fortalecernos como ámbito de formación, confianza y amparo. Educar es no dejar solos a niños y jóvenes frente a situaciones críticas. Es trabajar día a día la calidad de nuestra propuesta educativa. No “así no mas o más o menos”, sino luchando por el MAGIS*, en cada aula, en cada trabajo, en cada detalle consolidando articulación, cohesión y coherencia entre todos los niveles y áreas del colegio
• Cuidar el trato, las formas y el lenguaje. En una Argentina de “acción directa” y falta de respeto a la ley y los procedimientos debemos insistir en recuperar la palabra y valorar las formas. Aquí damos la palabra para que se aprenda a tomarla y compartirla. Aquí enseñamos a estar anclados en la Palabra para gustar la palabra. Promovamos entonces el gusto por la palabra bien dicha, bien escrita, bien leída. Como comunidad educativa cuidar el trato entre nosotros implica diálogo sincero y límites claros : “así no”, “acá no” explicitados con cariño y respeto desde un sano vínculo educativo que hace crecer
• Orientar y acompañar un universo de sentido. A través de los distintos espacios curriculares, de relatos, juegos, palabras y números, ciencias y tecnologías, del deporte, del arte y de la música podemos y debemos intermediar entre los hechos y su significación. Es provocar el diálogo entre fe y cultura para no quedar pegados a la crudeza de una realidad fragmentada e incomprensible “buscando y hallando a Dios en todas las cosas” al decir de San Ignacio.
• Marcar diferencia con el entorno, y establecer la distancia de perspectiva que habilite nuevas comprensiones tan necesarias ante un mundo que cambia rápidamente. Nos ayuda el discernimiento ignaciano. No repitamos aquí lo peor de afuera. Difundamos afuera lo mejor de adentro. Seamos capaces de compartir lo bueno que cultivamos en conocimientos, valores y actitudes. Encarnemos el “ser con y para los demás”, no el “sin y contra los demás”
• Profundizar una pedagogía creadora de nuevos sentidos y conductas.Una pedagogía de la presencia y del encuentro que reconozca en cada acto educativo “un registro de la igualdad” (los derechos) junto con un “registro de la asimetría” (el ejercicio responsable de la autoridad educativa). Las instituciones no forman por inercia: se necesitan personas formando a personas. Como nos recordaba Benedicto XVI las buenas estructuras ayudan pero no bastan. Es necesario el vínculo pedagógico personalizado, la decisión personal, la conversión del corazón
• Fortalecer la formación de líderes ignacianos con y para los demás continuando con las experiencias espirituales y de una solidaridad sincera y activa a través de los medios pastorales e institucionales que disponemos (Encuentros con Cristo, EE, Voluntariado, Misión, Comunidades, Aprendizaje-servicio, colaboración de Padres en la Obra San José, Fe y Alegría y otras)
Este año comenzamos con un signo externo que quiero compartir con todos ustedes. La Compañía de Jesús continúa con la puesta en valor de la Manzana del Salvador y ha comenzado con la restauración de nuestro histórico frente sobre Callao y la antigua comunidad.

Dentro del colegio se ha reacondicionado un espacio propio para Primer Grado con la instalación de tres nuevas aulas y un patio y se ha habilitado una nueva área para la Dirección de Secundaria. Estas son algunas obras externas para continuar con nuestra misión educativa. Lo hacemos desde el camino ignaciano que tiene bastante de la vida oculta de Jesús en el Evangelio y algo de la vida publica. La vida oculta con su riqueza de fundamento, de gestación silenciosa, donde predomina un trabajo de acompañamiento personal, de entrenamiento perseverante, de aprendizaje de la humildad. Y de vida pública sirviendo a los demás con sencillez, creatividad y responsabilidad, especialmente a los más frágiles y excluidos.

Como comunidad educativa estamos convocados, una vez más, a ser “profetas de esperanza”, predicadores del “a pesar de todo” a través del ejemplo personal y comunitario de nuestras vocaciones educadoras como padres y docentes. Nos lo dice el P. General: “es una esperanza a pesar de todo, y este a pesar de todo es muy importante… San Pablo lo usa para nuestros pecados, para nuestra debilidad… Dice a pesar de todo la Gracia de Dios está siempre con nosotros. Sí, pero... ¿y si el pecado abunda? Ahí viene la segunda palabra de San Pablo: entonces la Gracia, todavía mucho más. O sea las dos palabras de San Pablo son “a pesar de todo” y “todavía mucho más”. Estas son palabras de esperanza, son palabras que nos pueden ayudar siempre que nos encontremos en dificultad...”

Agradeciéndoles toda la confianza y el esfuerzo por sostener este proyecto educativo nos ponemos bajo la protección de Nuestra Señora de los Milagros, patrona de los jesuitas argentinos, para que como Madre nos anime en el camino de educar en profundidad desde la conversión autentica de nuestros corazones.
Bienvenidos al Colegio del Salvador y unidos en oraciones, los saludo en Cristo, Nuestro Señor.
Lic.Ricardo Moscato


*Magis
Expresión propia de la espiritualidad ignaciana que muestra la tendencia de la persona a encausar sus acciones, intenciones y operaciones en tanto busquen la mayor gloria de Dios y servicio del hombre. Es una opción por la excelencia, por esforzarse al máximo para alcanzar las más altas metas, no sólo para provecho propio sino también y principalmente para el desarrollo y promoción humana integral.

Punto central de la espiritualidad Iganaciana que invita a la persona a experimentar su vida en torno de la búsqueda del "más" (Magis) para servir mejor, realizando conscientemente el servicio en lo cotidiano buscando, hallando y poniendo en práctica el querer de Dios a través de relaciones más humanas, respetuosas y solidarias con los demás y las demás para la mayor gloria de Dios.

De forma un tanto atrevida podemos decir que magis es ante todo el querer que tuvo Jesús al venir al mundo ya que hace referencia a la búsqueda y perfección del Reino de Dios, y esa perfección se hace visible en la medida en que el hombre va buscando día tras día un enlace entre Dios, el hombre mismo y su prójimo, el magis es la escencia divina proyectada a resultados humanos que día a día va construyendo y perfeccionando, dicha perfección es fortalecida en el descubrimiento y enmendadura de los propios errores. Siempre el aumentar las propias capacidades de servicio, de estar pendientes de los otros, en su camino específico; en pro de trascender y hacer de su vida un eslabón arraigado al Señor.

El Magis...Es el eje central de la comunidad de San Ignacio de Loyola. El servicio, máximo a los demás, reconocer que nuestros hermanos necesitan de otros, como él que se anime a ayudarlo y de esa forma contruir una sociedad, más sencible y dispuesta a trabajar y luchar por la igualdad de oportunidades y derechos , incluso de los menos favorecidos.

El magis es una de las convicciones más enriquecedoras del pensamiento de Ignacio, dentro del cual él ve que para Dios se debe dar lo mejor y lo más grande que uno tenga para ofrecerle de sí mismo, para él lo más importante es lo mayor; no lo bueno sino lo mejor para su Dios y todo para su mayor gloria en el cielo y con ello el bien de nuestras almas y así alcanzar la salvación.

El Magis ignaciano no es simplemente búsqueda de calidad o excelencia, porque esto fácilmente puede ser interpretado en criterios de la competitividad excluyente que se opone a la propuesta cristiana porque prescinde de la fragilidad y la vulnerabilidad de lo humano. El Magis se diferencia de cualquier otra forma de “mejoramiento” por la motivación en la que tiene origen y por el fin al que se orienta. No se trata del deseo de ser más o mejor por el propio esfuerzo personal, sino de un ejercicio de acogida al don de Dios que nos hace capaces de elegir aquello que más nos conduce a nuestro fin último, entendiendo éste como la misión concreta a la que somos llamados como testigos de la fe cristiana en el servicio a los otros.

En resumen magis es Buscar la excelencia cristiana, humana, personal y académica(salgado)

Es uno de los pilares de la espiritualidad Ignaciana, se trata de dar siempre mas allá de lo que estas llamado a dar. Hacer lo mejor para servir, para vivir, para salir de si mismo. Comprometerte con lo mejor que tienes por dar.

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